Del campo a Bogotá: mercados agroecológicos en la capital

Si te interesa la agroecología y la alimentación consciente, en este artículo encontraras la experiencia de Ana Prada en su búsqueda por alimentarse sano y apoyar a los pequeños agricultores de Colombia desde Bogotá.  

Por: Ana Prada.

Conocí el Mercado de Semilla Andina en el 2017, cuándo Marianne Barahona, defensora incansable de la agroecología en Colombia, me invitó a participar en una de las ediciones mensuales del Mercado Agreocológico Tierra Viva para compartir mi experiencia visitando agricultores agroecológicos de Latinoamérica con el proyecto Custodios de Esperanza. Recuerdo que quedé profundamente conmovida por el cariño con el que cada uno de los integrantes del mercado comparten sus saberes y lo mejor de ellos a través de alimentos frescos, procesados y artesanías que ofrecen al público capitalino, generalmente en la Casa Kilele, ubicaba en la localidad de Teusaquillo de Bogotá.

semilla andina

Se respira el amor en el mercado agroecológico de Semilla Andina. Fuente: 3Colibrís.

Motivada por el deseo de alimentarme sano y en coherencia con la manera cómo pienso, he decidido convertir mi alimentación y mis compras en decisiones políticas personales. Si bien los alimentos agroecológicos resultan más costosos (no más caros), que los convencionales, he decidido ir integrando alimentos de este tipo poco a poco en mi alimentación; algunas aromáticas, verduras y otros productos transformados agreocológicos. Dividiendo mis compras entre Agrosolidaria Bogotá y Semilla Andina (organizadores del Mercado agroecológico de Tierra Vida). La facilidad de acceder a alimentos sanos y la diversidad de su oferta han hecho más llevadera mi decisión de apoyar a los pequeños agricultores de mi país desde mi alimentación.

huerta

Una deliciosa huerta orgánica. Fuente: 3Colibrís.

Los mercados que pido oscilan entre los 40 mil y los 85 mil pesos colombianos por semana (alrededor de 12 a 25 dolares estadounidenses), y en ellos encuentro lo básico para bandearme, como decimos los rolos. Posiblemente en las grandes superficies podré encontrar los mismos productos más baratos, pero a largo plazo prefiero que mi familia y yo nos alimentemos sano, ponerle toda la fé a la caléndula que tomo en infusión para sanar mi dolor de rodillas -tras dos cirugías de reconstrucción de ligamento cruzado-, o al agua de manzanilla para eliminar los dolores de los primeros días de llegada de mi luna, así como tantas otras formas de sanar con los alimentos que mis amigos agricultores han cosechado con tanto cariño, junto con la alegría que me da cuándo en mi familia preferimos cocinar agrecológico porque sabemos que es saludable, confiando que el alimento que voy a disfrutar fue cosechado en suelos sanos, ricos en nutrientes que van a alimentar nuestro cuerpo y espíritu.

agroecologia

En la agroecología se establece una relación con los sistemas forestales en los que habitan los sistemas productivos. Fuentre: 3Colibrís.

Prefiero comer agroecológico para no quedarme varada por comida con el ritmo de vida que llevo. Mi día comienza faltando 10 minutos para las 5 am, troto 6 kilómetros a diario y siempre me desplazo en bicicleta por Bogotá, no como más carne que mariscos y procuro comer proteína vegetal todos los días, son actividades cotidianas que me exigen tener una dieta especial para tener toda la energía necesaria, sin acudir a fuentes de proteína animal. En los mercados agroecológicos y con mis amigos agricultores he encontrado los alimentos adecuados para no sentir bajones de energía, procuro comprar la quinoa, la panela y frutales en Agrosolidaria Bogotá, los vegetales, arómáticas y chocolate con Tierra Viva. La clave es tener una dieta diversa, por eso es una bendición que existan agricultores que trabajan la agroecología, que defienden la diversidad cómo principio de vida, somos diversos de origen, tenemos el privilegio cómo colombianos a alimentarnos diverso, nos corresponde honrar ese privilegio a través de nuestras decisiones de compra.

«La clave es tener un dieta diversa, por eso es una bendición que existan agricultores que trabajan la agroecología, que defienden la diversidad cómo principio de vida, somos diversos de origen, tenemos el privilegio cómo colombianos a de alimentarnos diverso, nos corresponde honrar ese privilegio a través de nuestras decisiones de compra.» 

En el primer mercado que pedí a Semilla Andina, me llegó cómo regalo un chachafruto, o balú, no tenía ni idea de qué hacer con él ¡¿Tomármelo en jugo, cocinarlo con arroz, hacer un postre?!. Creo que el desconocimiento de posibilidades gastronómicas es una de las razones por las cuáles los comensales estamos tan desconectados de nuestras raíces en lo que a alimentación concierne. En su deseo de sacarme de la duda a mí y todos los comensales interesados en crear dietas diversas y soberanas, Marianne me ha compartido un par de deliciosas recetas que podemos cocinar con chachafruto y que hoy comparto con ustedes:

Brownie húmedo de chachafruto y cacao

Ingredientes:

200gr Chachafruto también conocido como balú

3ml Esencia de vainilla

2c/da Miel de abejas

2c/da Aceite de coco

2c/da Harina de trigo

2u Yema de huevo

3gr Polvo de hornear

100gr Cacao

Flores comestibles para decorar

Procedimiento:

  1. Cocinar el chachafruto en la cascarilla hasta que este tierno
  2. Dejar enfriar
  3. Retirar la cascarilla y hacerlo puré con ayuda de un tenedor o batidor de mano
  4. Derretir a baño de María el cacao
  5. Mezclar todos los ingredientes con el puré de chachafruto con ayuda de un batidor o un tenedor
  6. Engrasar con aceite de coco moldes para muffin y llenar 3/4 partes
  7. Hornear a 180º por 25 minutos
  8. Dejar enfriar
  9. Servir y decorar con flores
brownie

Así luce el brownie. Fuente: Instagram de Semilla Andina.

Cremoso de Chachafruto

Ingredientes:

200 gr Chachafruto

80 gr Ghee derretido (mantequilla)

Sal y pimienta

Procedimiento:

  1. Cocinar el chachafruto en la cascarilla hasta que este tierno
  2. Dejar enfriar
  3. Derretir el ghee
  4. Procesar el chachafruto con el ghee hasta que tenga una textura suave
  5. Agregar un poco de agua si está muy denso
  6. Sal pimentar
  7. Servir el cremoso de balú acompañado de chips de papas, cubios, yuca o arracacha y por supuesto no olvidar la ensalada.
cremoso

Cremoso y delicioso. Fuente: Instragram de Semilla Andina.

Si tienes alguna receta que quieras compartir o que quisieras encontrar en nuestro blog «Cosechas» escríbenos por facebook en nuestra página @3colibrís.

¡Buen provecho!

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