Por Ana Prada.
Hace casi 6 meses un gran amigo me dijo: “Tu deberías aplicar a una beca para el Entrenamiento Internacional en Diálogo y Mediación.”
¿Qué relación existe entre desarrollo rural y diálogo y mediación? Pensé.
Así me fui a mi casa con esa gran pregunta, ¿será que la resolución de conflictos tiene algo que aportar al desarrollo rural en Colombia?, ¿será que tiene algo que ver con economías de paz?, duré varios días haciéndome esta pregunta, la tuve en remojo, hasta que un día cuándo con mi colega columnista de 3colibrís Angie Puentes fuimos a visitar por primera vez a la vereda de Supatá en Boyacá. Conversando con los miembros de la Junta de Acción Comunal intercambiamos reflexiones sobre cómo incentivar a las comunidades a participar en procesos comunitarios, ahí tuve el “momento ¡Ajá!” que llaman: resolver los conflictos a través del diálogo y la inclusión en proyectos productivos rurales locales contribuye a construir paz.

La comunidad de Supatá tiene la fortuna de vivir en paz, no han vivido el flagelo del conflicto armado en Colombia, la vereda es un territorio tranquilo, mayoritariamente rural, sin embargo, cómo cualquier comunidad comparten retos, lograr escalar sus necesidades y deseos en escenarios de política pública local y regional, activar sus economías locales, fortalecer el tejido social, desarrollar modelos económicos inclusivos y ofrecer oportunidades a los jóvenes.
Supatá, cuenta con un proceso comunitario de larga data, con liderazgos locales inspiradores, sin embargo, continúa siendo un reto involucrar a las familias en los procesos de toma de decisiones y en las actividades locales, especialmente en la parte baja de la vereda, cuya población está más dispersa y cuenta con menor acceso a infraestructura vial y telecomunicación.

Los procesos de transformación social que más me han inspirado, como la Cooperativa de Caficultores del Sur del Cauca, en Cauca, Colombia, la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, en el Magdalena Medio, Colombia, Femcafé, en Veracruz, México y Coopezarcero en Zarcero, Costa Rica, tienen todos algo en común, son procesos organizativos de base y autogestionados, funcionan como escenarios que permiten a sus inscritos generar ingresos, con una apuesta de un futuro deseable clara y una admirable capacidad de tramitar las diferencias y los conflictos de manera consensuada y dialogada.

Así aplique al Entrenamiento Internacional en Diálogo y Mediación ofrecido por la Facultad de Paz e Investigación en Conflicto de la Universidad de Uppsala y la Fundación Dag Hammarskjöld, con la hipótesis de que existe una relación entre diálogo y mediación y construcción de modelos económicos que defienden la agricultura, campesina, familiar y comunitaria, para contribuir a la consolidación de una paz estable y duradera en Colombia. Esa fue mi propuesta para aplicar y en el mes de mayo recibí la alegre noticia de que mi propuesta había sido seleccionada para compartirla con activistas de todas partes del mundo que la apuestan a sembrar paz en contextos de conflicto armado.

La Facultad de Paz e investigación en Conflictos de la Universidad de Uppsala, nació en 1971, en la ciudad sueca que lleva su mismo nombre, es uno de los entornos de investigación más grandes de la Universidad, que ha tenido un rol protagónico en procesos de paz en todo el mundo, sus profesores, cómo Peter Warllersteen han participado como terceras parte en diálogos de paz en Asia y África.
Además, la facultad ha creado la base de datos más diversa y amplia del mundo para realizar seguimiento a los conflictos que existen en el mundo, para aportar así a la construcción de política favorable a la construcción de paz y llamar a la comunidad internacional a contribuir a la construcción de paz, en lugar de apoyar discursos y políticas de guerra, con el Programa de Datos en Conflicto de Upssala (UCDP por sus siglas en inglés).

Por su parte, la Fundación Dag Hammarskjöld, es una organización no gubernamental que nació en Uppsala en 1962 en memoria de Dag Hammarskjöld quien fue el segundo Secretario General de las Naciones Unidas, reconocido por sus esfuerzos para primer el diálogo y las políticas para el desarrollo sostenible y la paz. La Fundación trabaja de cerca con el Sistema de las Naciones Unidas, promueve la investigación en paz y resolución de conflictos en todo el mundo. En 1986, la Fundación apoyó la elaboración de la obra ” Desarrollo a escala humana: una opción para el futuro.” Del economista chileno Max-Neff, Manfred, este trabajo inspiró en Latinoamérica nuevas formas de pensar la economía, más humanas y con un sabor propio.

El Entrenamiento Internacional en Diálogo y Mediación tiene una duración de 10 días en la ciudad universitaria de Uppsala, tiene una orientación práctica, promueve el diálogo con profesores de la Facultad, investigadores de la Fundación, organizaciones que investigan en la prevención de conflictos.
Tuvimos dos salidas a la ciudad de Estocolmo, la primera estuvo orientada en inspirarnos por la historia de Alfred Nobel, creador del premio Nobel, quién decidió destinar su fortuna a reconocer significativos aportes en sus temas preferidos: La literatura, Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura, Paz y Economía. Nos enfocamos en los premios Nobel de paz, conocer los mecanismos de elección de los galardonados y sus historias.

Nuestra segunda salida a la ciudad de Estocolmo nos permitió conocer dos experiencias de prevención de conflictos, la primera fue la Academia Folke Bernadotte (Agencia gubernamental sueca para la paz, la seguridad y el desarrollo) que se dedica a proponer soluciones para prevenir la existencia de conflictos y resolver conflictos existentes; Nuestra segunda visita fue al Fryhuset (Organización orientada a trabajar con jóvenes suecos para prevenir conflictos).
Adicionalmente, en la ciudad de Uppsala tuvimos el honor de tener una “Caminata de Paz” guiada por el profesor Peter Wallersteen, en la que tuvimos la oportunidad de entender los factores que han contribuido a que la sociedad sueca esté libre de conflictos armados durante los últimos 200 años: Estos factores son la inclusión en la vida política, social y económica, la elección del diálogo cómo vía para resolver conflictos y la permanente colaboración entre actores políticos, empresarios y sociedad civil.

La diversidad de cosmovisiones fue un elemento central durante el Entrenamiento, participamos 23 jóvenes de 17 países que han vivido en contextos de conflicto armado (Guatemala, México, Yemen, Armenia, Líbano, Liberia, Colombia, Sur África, Iraq, Etiopía, Uganda, Nigeria, India, Nepal, Myanmar, la República Democrática del Congo, Botswana). De este modo, el Entrenamiento fue un espacio propicio para analizar y comprender el contexto de cada conflicto, establecer particularidades y encontrar similitudes, que nos invitan a sumarnos para construir de manera conjunta alternativas de construcción de paz, aún en la distancia.

Para 3colibrís, haber participado en esta enriquecedora experiencia es un motivo de alegría, que nos permite consolidar redes en todo el mundo para expresar nuestra preocupación por el asesinato de líderes sociales, especialmente quiénes están vinculados a la sustitución voluntaria. También, nos ha permitido contar al mundo que la agricultura campesina, familiar y comunitaria tiene mucho que aportar a la construcción de paz. En el futuro próximo nuestra mayor prioridad es acompañar a la Junta de Acción Comunal de la vereda de Supatá para construir economías de paz, enmarcadas en el diálogo y la promoción de la producción local de manera sustentable vinculada a circuitos cortos de comercialización.

*La fuente de la imagen de portada de este artículo es la Fundación Dag Hammarskjöld.
En nuestros escenarios de conflictividad, es muy importante resaltar la relación directa que hay entre el díalogo y las economías de paz. Primero ahy que generar espacios de confianza y acercamientos entre las comunidades y los diferentes actores que viven y sobreviven en diferentes territorios en donde se sobrevive de los cultivos ilicitos como son la coca y la marihuana. Cuando haya el espacio propicio de esas confianzas se pueden generar acercamientos entre las diferentes comunidades y posteriormente, un dialogo mas abierto en donde se puedan expresar sin temores los pensamientos y opiniones sobre los que sucede en cada región o espacio (territorio). Aquí quiero resaltar las posibilidades de generar nuevas oportunidades para mejorar las economías subterraneas e ilegales que tanto conflicto generan en nuestra sociedad, los actores armados imponen a la fuerza y por la vía armada el control, cultivo y comercio de estas economías ilegales. Hay que llevar proyectos que garanticen que se relancen economías de paz y se den los espacios de diálogo entre los diferentes pobladores, que acepten y reconoscan la necesidad de poder hablar, dialogar y mediar en medio de las conflictividades.
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