¿Qué pasa cuando una agricultora y una socióloga viajan a Cuba a aprender de permacultura?

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Somos Isabel y Ana. Fuente: 3colibrís.

Cierra los ojos e imáginate la siguiente situación: ¿Cómo sería tu vida si en tu familia no tuvieran que preocuparse por educación, vivienda, salud, alimentación y tuvieras 10 hactáreas para trabajar la tierra?, piénsalo, vuélvelo a pensar.

Somos Isabel Cadavid y Ana Prada, dos amigas que se conocieron en la universidad hace 6 años, somos dos colombianas enamoradas del campo. Isabel, es agricultora, después de terminar sus estudios en la capital y vivir un tiempo en su natal Medellín, decidió volver a sus raíces: al campo,    trabajando la tierra con amor en Agromandala, en Fredonia Antioquia. Ana, es investigadora y fundadora de 3colibrís, una organización que acerca el campo y la ciudad en Latinoamérica, a través del fortalecimiento de los canales de comercialización de la cadena productiva agroecológica. Nuestra convicción de que el futuro de nuestra sociedad reside en el campo nos ha llevado a explorar desde nuestros quehaceres nuevas formas de tejer redes para promover un estilo de vida más sencillo y consciente.

Recientemente, decidimos viajar a Cuba, conocida como la Meca de la agricultura urbana y la agroecología para compartir experiencias, construir comocimiento a través del diálogo y aprender un poco de la ruralidad cubana en la Finca del Medio, ubicada en Siguaney, provincia de Sancti Spiritus. En esta ocasión compartimos un escrito, una conversación sobre nuestros aprendizajes en la Finca y recomendaciones sobre cómo viajar por la Cuba rural, experimentando lo que es un turismo consciente.

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Sobre la Finca del Medio. Fuente: 3colibrís.

El alimento como disculpa para conocer un territorio. – Isabel.

Para mí, cobra sentido visitar un pais, cuándo te sales de las rutas llenas de turistas y te adentras en la vida común y corriente de la gente. Como agricultora, conocer la vida rural y a los campesinos, me ayuda para fortalecer mi proyecto de vida, pues me llena de ilusión y de esperanza, me ayuda a tejer redes y a comprender los retos que tenemos como defensores del campo.

Conocer los alimentos desde el origen, caminar por los cultivos, trabajar en familia en la cosecha, transformar y aprender sobre recetas locales, innovar con metodos de preparacion en la cocina, compartir y reír en la mesa, eso y mucho mas fué lo que me permitió visitar La Finca El Medio.

En las mañanas, despues del ordeño y el desayuno, era necesario ir al huerto y a los sembrados a tomar los productos frescos para preparar ese día, cosechábamos malanga, yuca, papa, maíz, calabaza;  recogíamos hojas y frutos del huerto para preparar nutritivas ensaladas de moringa, siempreviva, tomates, ají. De los árboles tomábamos frutos de mamey, níspero, tamarindo, mora. Luego en la despensa se sumaba el arroz y el fríjol almacenado de la cosecha anterior, las harinas y conservas elaboradas, también, en la finca y la opción de comer queso, leche, huevos y animales de la granja. No sólo estamos hablando de abundancia, sino de una alimentación sana, segura y soberana.

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Una típica comida en la Finca del Medio. Fuente: 3colibrís.

Fué una grata experiencia poder participar de las labores de cada integrante de la familia, conocer de primera mano sus tradiciones, su cultura y vivenciar las prácticas que les permite llevar una vida sana y rica en el campo. Ser testigo de la creatividad y la abundanica, del éxito que se logra cuando tres generaciones trabajan en equipo en pro de la conservación y el cuidado del suelo, las semillas, las tradiciones, cuando se reunen para innovar y trabajan para lograr la eficiencia energética, la conservación del agua y el buen uso de la tierra. Al igual que Jose Antonio Casimiro y su familia, estoy convencida de que un modelo productivo familiar, diverso, sostenible y amoroso, multiplicado en muchos territorios, puede alimentar al mundo y alimentarlo muy bien.

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En Cuba, te sientes cómo en casa con mucha facilidad. Fuente: 3colibrís.

El turismo consciente en Cuba. – Ana

Siempre había visto a Cuba como un distinto turístico de resort, de ir en plan de descanso, romántico o familiar, de visitar a La Habana, las famosas playas de Varadero y conocer sobre la revolución en Cienfuegos, sin embargo, recientemente conversando con amigos agricultores de distintas latitudes del mundo comencé a visualizar a este país caribeño como un excelente destino para aprender sobre ruralidad, sobre reforma agraria y conectarme con la naturaleza, haciendo un turismo consciente, rural y con un propósito.

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Viajamos a dedo en algunos pueblos de Cuba. Fuente: 3colibrís.

Existen destinos y tipos de turismo para todos los gustos, y Cuba se presta para cualquier tipo de turismo, en mi caso me siento muy cómoda compartiendo con las personas locales, aprendiendo de la historia de su país con un buen café y una persona conversadora cómo compañía, la Finca del Medio en la provincia de Sancti Spiritus es el lugar perfecto para aprender de agroecología, permacultura, agricultura familiar y la creatividad cubana, a 5 horas de La Habana en taxi compartido se encuentra esta emblemática finca familiar que ha recibido visitantes de todas partes del mundo interesados en desarrollar sistemas productivos sustentables.

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«La creatividad es lo único que necesitas para vivir cómo un rey» José Casimiro. Fuente: 3colibrís.

Para los que como Isa y yo se le quieren medir a visitar la Finca del Medio acá van unas recomendaciones:

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Tips viajeros. Fuente: 3colibrís.

Puedes conocer más este viaje y el proyecto “Custodios de Esperanza” con el que he visitado fincas agroecológicas por Latinomérica en www.3colibris.com

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