Como sabrán quienes me conocen, la cuestión agraria en Colombia para mi trasciende lo laboral y se convierte en una pasión, comprenderla es una herramienta de transformación social en un país tan desigual. Aprovecho este espacio para contarle a quienes no son tan cercanos a las cuestiones rurales y agrarias de Colombia que es lo que está pasando en las calles de Colombia.

Fuente: Página de facebook de Cosurca.
Desde el 31 de mayo se instaló la #MingaNacionalAgraria. Que comparte elementos con el famoso Paro Nacional Agrario de 2013. En ese entonces salieron campesinos, indígenas, afros y sectores populares de todas las latitudes del país para hacer exigencias legitimas que hacen parte de una forma de organizar el país que vienen de larga data marginando a los sectores rurales y populares, y se suman con la coyuntura actual de Tratados de Libre Comercio, políticas que ponen en riesgo la soberanía alimentaria de nuestro país.
Esta movilización, no fue cubierta de manera responsable por los medios de comunicación masiva, que con especulaciones pusieron en peligro la vida de miles de colombianos que salieron a las calles. Este gran paro fue el resultado de procesos organizativos locales y regionales que han sido capaces de aprender, articularse y construir discursos identitarios con la intensión de tener un espacio digno en la vida social, política y económica de Colombia.

Fuente: Página de facebook de la Cumbre Agraria.
De ese paro nacieron dos grandes movimientos sociales que articulan plataformas políticas: Dignidades Agropecuarias, cuya figura quizá más famosa es el campesino César Pachón, sí el de la ruana, que articula movimientos y asociaciones en su mayoría de productores campesinos, y la Cumbre Agraria Campesina Étnica y Popular, que articula plataformas políticas que representan a sectores afros, indígenas, campesinos y populares. Los dos movimientos representan a comunidades rurales y comparten la lucha por el reconocimiento del campesino como sujeto de derechos, porque en la práctica ser campesino tiene muchas desventajas políticas, al campesino y campesina le cuesta acceder a proyectos, predios y garantizar sus derechos por no contar con una figura política, para cambiar eso es el Referendo para el agro. Sin embargo, la Cumbre y las Dignidades tienen algunas diferencias quizá políticas. En 2013, cada movimiento participó en una mesa de negociación distinta con el Gobierno, y sostuvo acuerdos distintos con la institucionalidad, son acuerdos que a la fecha no han sido cumplidos.

Fuente: Página de facebook de la Cumbre Agraria.
Ahora bien, ¿Por qué la Cumbre Agraria está en paro?, porque el gobierno ha incumplido en los acuerdos sostenidos en 2013, sobre cultivos de uso ilícito, la garantía de Derechos Humanos, ofrecer subsidios para el pequeño productor, frenar mega proyectos minero energéticos, la no estigmatización de los líderes sociales, entre otros asuntos fundamentales para la garantizar la vida digna de los pobladores rurales (sean indígenas, campesinos y/o afros), en estas negociaciones se crearon acuerdos de confianza en los que el gobierno se comprometía a entregar 500 mil millones para implementar proyectos agropecuarios (Administrados por el Ministerio de Agricultura, a través del Fondo de Fomento Agropecuario) y de infraestructura para el desarrollo rural (Gestionado por Prosperidad Social). Tres años después, han sido innumerables las trabas que el Gobierno ha puesto para poner en marcha los proyectos del Fondo de Fomento, que serían los primeros en ejecutarse, esto sumado a la difícil coyuntura que afrontan los sectores sociales agrarios populares en Colombia ha motivado a la Cumbre a organizarse durante meses para salir a las calles y carreteras de todas las regiones del país con exigencias claras y resumidas en 8 puntos: 1. Tierras, territorios y ordenamiento territorial. 2. Economía propia contra el despojo. 3. Minería energía y ruralidad. 4. Derechos políticos, garantías víctimas y justicia. 5. Paz, justicia social y solución política. 6. Derechos sociales. 7. Relación campo-ciudad. 8. Cultivos de coca, marihuana y amapola.

Fuente: Página de facebook del Congreso delos Pueblos.
Finalizo invitándolo/a a usted colombiano y colombiana a que no coma cuento, en las calles no están vándalos, ni terroristas, en las calles de nuestro país, en lugares tan remotos que no salen en las noticias y que si usted los visita los llevará en el corazón de por vida, están personas como usted y como yo, que salieron de sus fincas para exigir la deuda histórica que tiene el Estado con los sectores populares y agrarios, de tener un lugar político y social digno, y que estamos acostumbrados a conceder con mayor facilidad a los foráneos.
En Colombia el movimiento social popular y agrario se está fortaleciendo, se abren las oportunidades para pensar en una Colombia capaz de solucionar sus diferencias e injusticias a través del diálogo, es momento de dejar de silenciar al otro y escuchar más.
Ana Prada.

Fuente: Fotografía propia.