Los Acuerdos de Paz sostenidos en La Habana, son el comienzo de un proceso de reconciliación que nos involucra a todos los colombianos. En el marco de estos Acuerdos, se vislumbra un panorama positivo para quienes le apostamos a visibilizar esa Colombia rural de la que tan poco conocemos.
Es claro que se trata de un conflicto que se ha incrustado en nuestras prácticas culturales y las dinámicas microlocales, así como en la economía y política nacional, y que podría tener una vigencia de más de 60 años, estando asociado a la forma como nos hemos configurado como sociedad, aún desde la Colonia, a través de modelos sociopolíticos altamente inequitativos y marginadores. Sin embargo, no podemos ni debemos esperar que de la noche a la mañana cese la guerra en Colombia, más aún cuando está asociada a múltiples actores y a cuestiones históricas. Lo que si podemos esperar es un nuevo escenario de contienda política, que abra los espacios de participación política en el país.
«no podemos ni debemos esperar que de la noche a la mañana cese la guerra en Colombia, más aún cuando está asociada a múltiples actores y a cuestiones históricas. Lo que si podemos esperar es un nuevo escenario de contienda política.»
Sabemos que son varios los retos a los que nos enfrentamos en este momento de la historia del país, desde cuestiones ontológicas, como perdonarnos y reconciliarnos a nosotros mismos, hasta cuestiones políticas y económicas de alcance nacional, como la existencia de una locomotora minera, políticas que van en detrimento de la agricultura tradicional, como la Ley Zidres, la amenaza de mayores impuestos y la corrupción, todo esto sumado a la existencia de actores en conflicto que seguramente iniciarán ofensivas por el dominio de los territorios y sus recursos.
Fuente: 3Colibris.
A pesar de este difuso escenario, los colombianos estamos aprendiendo qué a través del diálogo, el perdón y la reconciliación con el otro podemos construir un país distinto, que eso de la paz no es una cuestión etérea, ni ambigua, se construye en el día a día.
Quiénes han sufrido las consecuencias del conflicto armado son en su mayoría colombianos que viven en los territorios rurales, donde los medios de comunicación tradicionales no llegan. Es nuestro momento para demostrar al mundo que los colombianos somos capaces de perdonar y de construir colectivamente.
Una vez más decimos, en Colombia la paz se escribe con C de campo, te invitamos a visitar dejemosdematarnos.com donde la historiadora colombiana Diana Uribe, muestra de manera pedagógica y divertida que es todo esto de los Diálogos de Paz.
¡En 3colibris le decimos sí a la paz!
Una respuesta a «Este es el comienzo. ¡La paz sí es contigo!»