La procesos de identificación de movimientos campesinos e indígenas son históricos y han abierto las posibilidades de participación política de estos sectores en Colombia, sin desconocer las luchas y procesos de los sector afrodescendientes. No obstante, la construcción de las identidades indígenas y campesinas han dado lugar a la consolidación de diferenciados mecanismos de integración en la política agraria colombiana pesar de compartir luchas.
En su libro «Gente muy rebelde, (2002)*», segundo tomo «Indígenas, campesinos y protestas agrarias», el historiador colombiano Renán Vega Cantor ofrece una mirada crítica del sentido histórico que han tenido las luchas campesinas e indígenas sus logros y la asimétricas relaciones de poder existentes entre latifundio- minifundio, con una importante participación de los primeros en las decisiones políticas y económicas de la historia de Colombia. «Gente muy rebelde, (2002)»Es un texto recomendado para quienes deseen ahondar en los procesos emergentes entre las décadas de 1900 y 1920, que fueron determinantes en la consolidación de movimientos campesinos e indígenas, especialmente en el sur occidente colombiano. Estos procesos han sido definitivos en el rumbo que han tomado los movimientos campesinos e indígenas hasta la actualidad, donde a pesar de compartir derroteros cuentan con mecanismos diferenciados de relacionamiento con el gobierno, que ponen en desventaja a los campesinos que aún no cuentan con reconocimiento político formal, a pesar de su legitimidad.
*VEGA, Renán. (2002) Gente muy rebelde 2. Indígenas, campesinos y protestas agrarias. Pensamiento crítico. Bogotá. Disponible en Bogotá en las bibliotecas Luis Ángel Arango, Bogotá y biblioteca de la Pontificia Universidad Javeriana.